El Hurakan Condor es una atracción tipo “caída libre” de Port Aventura. Es lo primero que se ve del parque temático desde lejos, un mástil de
Por mucha decoración que tenga no deja de ser un ascensor, y ahí es donde entra mi curiosidad ascensoril
¿En qué consiste el asunto?
Pues en tragarte un fila de media horita o más hasta que te toca subir (yo creo que ha habido matrimonios que se han conocido allí), sentarte en el cacharro, o si te toca en la góndola “de pie” apoyar tus partes blandas en una especie de sillín, colocarte el arnés, asegurarte y reasegurarte de que está bien encajado, subir, ver el paisaje, o decir al de al lado “verás que ostia que nos damos”, llegar arriba, mirar a ver si ves tu casa, ponerte guapo para la afoto, oír el “crack” de desenclavamiento y para abajo sin darte tiempo ni a decir Pamplona. Y ya está, la primera vez te hace ilu, las demás te dedicas a fijarte en los detalles, a hablar del tiempo con el compi de al lado…es lo que se hace en los ascensores ¿no? Como no puede ser de otra manera sales vivo de semejante reto que acabas de superar y si estás muy tonto te compras la foto y alguna camiseta (lo cual me parece cojonudo porque soy accionista (indirecto) de Port aventura, jaja)
¿Cómo funciona?
Sin entrar en muchos detalles es un ascensor, raro, pero ascensor
¿Cómo sube?
La torre tiene cinco unidades independientes de trabajo, según la afluencia activan más o menos. Cada unidad consta de góndola, que es donde se sientan los cuatro valientes, cabezal, que se utiliza para llevar la góndola hasta lo alto de la torre, el motor colocado arriba, y por supuesto cables, guías y todos elementos de seguridad que sean menester.
La subida es sencilla, una vez que está todo OK en la góndola, y anclada al cabezal, el motor se pone en marcha, los cables tiran hacia arriba de la unidad góndola-cabezal y subimos. El sistema de tracción es por arrollamiento, los cables se van enrollando en el tambor de la máquina. Hace falta una máquina más potente que si se tratara de un ascensor convencional, porque en este caso habría un contrapeso que colaboraría con la máquina para levantar la cabina pero bueno, es lo que hay, y funciona.
Los cables.
A la mayoría de la gente lo que más le preocupa al subirse a un ascensor es que se rompan los cables y el consiguiente ostión. Indudablemente hay muchos sistemas para evitar el tortazo si rompen los cables. Que parta un cable es muy raro, que rompan todos a la vez, sabotaje. Mas me preocupa la unión cable-tiro de cables, pero eso es otra historia.
En el caso del huracán condor los cables son tres y si están calculados, que lo estarán, según normativa de ascensor aguantan en conjunto, como poco, 12 veces el peso de la góndola más carga autorizada, vamos, que aunque peten dos cables el tercero nos aguanta de sobra, y aunque nos quedemos sin cables, tened en cuenta que en la bajada “normal” tampoco hay cables y no nos estampamos, pero a eso ya llegaré.
Lo que nos tiene que “preocupar” a la hora de diseñar estas atracciones u ascensores es que son
El problema por tanto de los cables no es que se rompan y nos vayamos pa bajo. El problema es que los cables trabajan a tracción y si parten toda esa energía la transforman en un latigazo de la leche. En un ascensor normal el latigazo se lo lleva la cabina y en paz, oirás un golpe, el sistema de seguridad del ascensor detectará que un cable no trabaja a la tensión que debe, señal de que algo ha pasado, se para el ascensor y a esperar a los de mantenimiento toca para el rescate (u otros procedimientos, pero este es el más normal y pienso que lógico). Este sistema de seguridad también está en este tipo de atracciones, pero al estar al aire libre, si el cable te atiza, date por jodido.
Los cables rompen, entro otros muchos factores, por: golpearse con otros elementos, (movidos por el viento, por ejemplo), fatiga térmica, defectos de fabricación o por simple desgaste y fatiga por funcionamiento, se enrolla se desenrolla, se comprime en el tambor, se estira…, pero vamos, con un buen mantenimiento, inspecciones diarias y cambios programados o predictivos no habría mucha historia.
Bueno, pues vamos subiendo, no he encontrado a cuanto sube pero sube rapidito los
Mientras subes y ves el paisaje piensas (yo) joer, los maños dicen que
Bueno, ya hemos llegado arriba,
Guías
Una de las partes más importantes para el confort de viaje del ascensor. Cada góndola sube y baja guiada por tres guías, gordotas, sin escatimar. Se parecen más a las utilizadas es montacoches que en ascensores convencionales (la velocidad que se alcanza no es para andar racaneando) supongo, porque no me fijé bien, pero será así casi seguro que la góndola llevará unos trenes de roldanas con amortiguadores. Porque la verdad es que subes y bajas suave suave y eso, además de por las roldanas, depende muy mucho de los montadores y del arte que tengan para colocar los tramos de guía perfectamente alineadas, que parezcan solo una, para evitar botes y traqueteos durante el trayecto. Ya puedes tener el mejor diseño de ascensor del mercado, como las guías estén mal montadas…fracaso absoluto, fuente de problemas.
Porque bajar a
El caso es que como a las guías les está cascando el sol todo el día, o sol y sombra, se dilatan, es decir, se deforman, dando un poquito de emoción controlada al asunto y si eso pasa hace un poco el “meneito” del chiquilicuatre jaja.
Bueno he adelantado un poco como es la bajada, un factor que influyen en ella pero todavía estamos arriba.
Familia esperando el ansiado "crank"
(tambien se ven muy bien las guías)
La máquina se para, última mirada buscando tu casa o al suelo, miras a cámara, se oye un “Crank” que significa que el cabezal deja libre la góndola y por la acción de la gravedad…rumbo al suelo en caída “libre” de 3 segundos, recorriendo
Si supierais cual es el ultimo recurso si al ascensor de vuestra casa le da por sentirse más atraído de lo normal por el suelo y se salta todas las seguridades…lo último es una mierda taco de goma (puffer) de
Bueno, sigo, que es verdaderamente donde está la gracia del invento
¿cómo se frena?
Pues la frenada es bestia, de
Frena de una forma brillante, sencilla, y además frena “solo”. Algo tan crítico no lo puedes confiar a la electrónica, la electricidad o elementos mecánicos moviles o sometidos a desgaste.
Minimizas riesgos eliminando cosas que dejarían de funcionar por corte de luz, se pueden desgastar por simple uso, se bloquean…y ¿cómo se consigue eso?...pues por magnetismo. Frenos magnéticos.
No sé como es exactamente en el huracán, pero básicamente es así: la góndola lleva una placa metálica en la zona más cercana a la torre. Algo simple, que no requiere mucho mantenimiento a priori no tiene por qué dar ningún problema. En la torre se colocan unos imanes en la zona de frenada que tampoco requieren energía externa para funcionar. Además como no se frena por fricción no hay de desgaste físico.
Estos imanes son de neodimio y por el fenómeno de las corrientes parásitas o de Foucault se consigue algo muy gracioso y útil: Si algo que se pueda imantar pasa por su campo magnético lo atraerá y como la góndola va guiada, no se va a pegar a los imanes, pero si que la frena y para más alivio de todos y aquí es donde está la gracia, a mayor velocidad de la góndola con más fuerza la atraerá el imán, evitando impacto contra el suelo y a los imanes les da igual que la caída haya sido controlada o no, lo frenan y punto (si hay suficientes imanes, claro, jajaja).
La publicidad dice que el chisme alcanza
Una vez que la góndola ya está a velocidad prácticamente 0, y a un par de metros del suelo, entonces ya si, cae sola evitando tocar el suelo con la ayuda de los amortiguadores hidráulicos
No, en serio, este sistema de frenado magnético es muy sencillo, y casi infalible, no hay partes móviles, no hay fuentes de energía externas…solo es cuestion de calcular la deceleración máxima que estás dispuesto a admitir, y a partir de ahi colocar imanes en consecuencia, calcular esfuerzos en la góndola, en la torre…
No hay comentarios:
Publicar un comentario